Uno de los más extraños misterios de la arqueología fue descubierto en el delta del Diquis de Costa Rica. Desde 1930, cientos de bolas de piedra han sido documentados, que varían en tamaño desde unos pocos centímetros a más de dos metros de diámetro. Algunos pesan 16 toneladas. Casi todos ellos son de granodiorita, una piedra dura, ígneas. Estos objetos son esculturas monolíticas hechos por manos humanas.
Las esferas son más de 300. Los más grandes pesan muchas toneladas. Hoy en día, que decoran los edificios oficiales, como la Asamblea Legislativa, hospitales y escuelas. Usted puede encontrar en los museos. También se pueden encontrar en todas partes como símbolo de estatus que adornan las casas y los jardines de los ricos y poderosos.
Las piedras pueden haber venido de la cama del río Térraba, a donde fueron transportados por los procesos naturales que provienen de fuentes de material de los padres en las montañas de Talamanca. esferas sin terminar nunca fueron encontrados. Al igual que los monolitos del Viejo Mundo, la cantera de Costa Rica fue más de 50 kilómetros de distancia desde el lugar de descanso final de estos misterios.
Las bolas han sido amenazadas desde el momento de su descubrimiento. Muchos se han destruido, dinamitado por los cazadores de tesoros o fragmentados y rotos por las actividades agrícolas.
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